viernes, 14 de junio de 1991

La Gran Nit del Rock Català: Palau Sant Jordi (Barcelona)

El nuevo rock catalán, criado en comarcas, tomó anoche Barcelona, consiguiendo el lleno total del Palau Sant Jordi: 18.000 espectadores, que agotaron las localidades el pasado lunes, cuatro días antes del acontecimiento. Un público en su inmensa mayoría muy joven, adolescente, vibró durante más de cinco horas con una oferta dispar, para todos los gustos, cuyo único nexo de unión era cantar música moderna en catalán. Los conjuntos Sau, Els Pets, Sopa de Cabra y Sangtrait, sucesiva y respectivamente, condujeron al auditorio a través de un viaje por el pop, el soul y los ritmos bailables, el rocanrol y el rock duro.

El macroconcierto venía a significar la constatación de que, juntos o por separado -como quedó demostrado en las actuaciones aisladas de tres de estos grupos en Barcelona-, el producto genéticamente concebido como “rock catalá", que parte de puntos distantes de la geografía catalana como L’Empordá y Tarragona, tiene multitud de seguidores en la capital. A la masa de espectadores congregada en el Palau Sant Jordi de Montjuic -la mayor que recoge hasta la fecha en un recital pop- hay que sumar los televidentes que siguieron buena parte de la velada a través de Canal 33, que conectó en directo con el auditorio desde las 22.15 horas hasta las 23.45.

Los cuatro grupos se habían repartido el orden de sus intervenciones sobre el escenario por sorteo, actuando por espacio de una hora cada uno y según la relación antes citada, para concluir en un fin de fiesta ya entrada la madrugada.

La organización del recital corrió a cargo de la Generalitat mediante su oficina de promoción musical del Departament de Cultura, que bajo el nombre de Ressons dirige el cantautor Ramon Muntaner. El coste de presentar a las cuatro formaciones punteras del rock local fue de unos 25 millones de pesetas, recuperado por una venta de entradas máxima al precio popular de 1.600 pesetas.

La intención de Muntaner, según había declarado, era demostrar que la celebración con éxito de un acto así era posible; no obstante, algunas voces críticas reprocharon la víspera que la organización institucional optara por la vía fácil de presentar a los cuatro nombres ya “consagrados” sin tener en cuenta que musicalmente tienen poco que ver entre ellos, en lugar de aprovechar la ocasión para promocionar a otros menos conocidos y más necesitados de apoyo de los más de 40 que se encuentran en activo.

Así, Gerard Quintana, carismático líder de Sopa de Cabra, el más popular de los grupos catalanes, hablaba de “montaje de la Generalitat para ponerse medallas" y defendía su postura diciendo que “este espectáculo no necesitaba de ninguna ayuda institucional". Los Sopa de Cabra, que acaban de presentar su tercer elepé —un doble en directo, grabado en la sala Zeleste-, estuvieron a punto de decir que aparecerían en escena rechazando formar parte de un movimiento, el del rock catalán, “que no existe y sólo es un invento de los medios de comunicación”.

La experiencia de anoche, que no tenía un nombre que identificaba el montaje más que los de cada conjunto participante, no será la única de tal magnitud este verano. Parece claro que el próximo sábado día 22 tendrán lugar en el estadio de fútbol de Reus las primeras 12 horas de rock catalán, que recordarán el último Canet Rock (en 1977), pero con carácter absolutamente autóctono. Entre otros, intervendrán los grupos Nats, Lax’n’Busto, Kitsch, Detectors, Tancat per Defunció y, naturalmente; Sopa de Cabra, Sau y Els Pets.

Palau Sant Jordi, 14 de Junio de 1991.
[Redacción La Vanguardia y Diego Muñoz -foto-]

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