sábado, 8 de diciembre de 2007

Burning: Palma Arena (Palma de Mallorca)

VIII Feria del Disco con Burning

La capital mallorquina celebró los días 8 y 9 de diciembre su octava Feria del disco, por primera vez en el recinto deportivo Palma Arena. Durante dos días los visitantes no sólo podían recorrer un centenar de puestos que ofrecían toda clase de vinilos, cds, dvds y otros artículos de coleccionismo musical, sino que además por el mismo precio de la entrada (sólo 6 euros) pudieron disfrutar de diversas actuaciones en directo. Este año concurría una veintena de bandas con predominio de las isleñas, aunque también acudían otras de tan lejos como Francia (Ejectes y The Clash Cash) o Estados Unidos (Joseph Arthur & The Lonely Astronauts); desde Madrid venían los Right Ons y la que nos ocupa, Burning, quienes ya conocían este tipo de experiencia al haber actuado también en la feria del disco de Barcelona en noviembre de 2006.

Su actuación estaba prevista para las nueve de la noche del sábado 8, y el retraso de unos quince minutos no supuso ningún problema cuando la mayoría de los asistentes podía seguir ojeando cajones con abundante material discográfico; como decía un visitante a otro “tío, aquí hay que venir con mucha pasta”. Buena señal, ¿no?

Se acabó la espera y los cuatro rockeros abrieron fuego con “Jack Gasolina”, para deleite de unos centenares de personas entre las que evidentemente predominaba una edad madurita. Los más de treinta años de trayectoria del grupo deben convertirlos en uno de los más longevos del panorama nacional, y aunque los fallecimientos hayan alterado la formación original, uno tenía la sensación de estar asistiendo no sólo a un concierto, sino a una lección de historia del rock and roll español con mayúsculas.

Los integrantes actuales y que vimos esa noche eran el incombustible Johnny Cifuentes (teclados y voz), Eduardo Pinilla (guitarra), Carlos Guardado (bajo) y Kacho Casal (batería). Para conocer con detalle su discografía, componentes anteriores y trayectoria, os remito a la ficha del grupo en http://www.nuevaola80.com/. Desde el primer momento Cifuentes y sus gafas negras se hicieron los amos del cotarro; líder indiscutible, veterano pero con energía, cercano a todos en sus comentarios y muy correcto. Comenzó aludiendo a la propia feria, animando al personal a rebuscar: “-que rulen esos discos, que rulen”. Más adelante llegó a mostrarnos uno de sus botellines de agua, afirmando con tono algo lastimero “mirad lo que bebemos ahora”; aunque la botella de Jack Daniels no estaba lejos…

Como decía, un público madurito pero buen cómplice del grupo, respetuoso, agradecido y con ganas de saborear un repertorio que la mayoría conocía bien. Siguieron “Jim Dinamita”, “Desde el pantano”, “Weekend” y la canción dedicada, como dijo Cifuentes, “-…a un pueblo que está a 70 kilómetros de Toledo”: “Madrid”, con la que empecé a notar una mayor participación de los asistentes. Siempre he pensado que el público mallorquín es algo frío y le cuesta lanzarse a cantar, pero es que además el Palma Arena contribuía poco, con su potente iluminación blanca llenando todo el recinto para los que seguían rebuscando en la feria, y de poco servían los cuatro focos de colores del escenario. El propio Johnny aludió al tema: “-esto parece cualquier cosa menos un garito de rock & roll… Parece un hospital” – decía, dirigiéndose claramente a la organización. La única ventaja era la amplitud de espacio, ya que podías acercarte sin problemas hasta primera línea; pero claro, eso suponía que el resto de público quedaba algo disperso… y es que no se puede tener todo.

Aun así se vencieron los obstáculos porque estábamos ante una banda y un repertorio irresistibles que arrancaron los primeros coros masivos con la siguiente canción: “Qué hace una chica como tú en un sitio como éste”, una de las más emblemáticas del grupo y que cualquiera disfrutaría cantando con ese estribillo tan famoso de “mujer fatal, siempre con problemas…”. Curiosamente enlazaron ese tema con material ajeno pero igualmente famoso, “Walk on the Wild Side”, algo que por lo visto ya han hecho con anterioridad en otros conciertos; y recalco curiosamente porque es la segunda vez en un mes que escucho esta canción de Lou Reed en un concierto; la anterior fue el 24 de noviembre en la sala Matisse de Valencia y a cargo de los reaparecidos Betty Troupe con motivo del Festur 2007, otra cita inolvidable. El caso es que la versión de Burning dio pie a un extraordinario solo de guitarra a cargo de Pinilla, en una de sus exhibiciones instrumentales de la noche.

Siguió la lección magistral con “Como un huracán”, “Miéntelas”, “Es decisión”, “Chueca” y “Ginebra seca”, que iban fluyendo entre el especial protagonismo de Cifuentes, quien de vez en cuando abandonaba los teclados para acudir junto a sus compañeros, y los virtuosismos de la guitarra de Edu. Tanto el bajista como el batería, pese a la soltura y profesionalidad evidentes de ambos, tenían una presencia más discreta en el escenario; al batería además no podía verle un sector del público, porque tenía delante parte de los altavoces.

Y por fin, la explosión. “Es especial” inició la recta final hacia el paroxismo; gran canción de mi juventud, y por lo visto de la de muchas otras personas. Si os imagináis este himno del rock español, y le ponéis a continuación “Esto es un atraco”, que también nos permitió cantar frases tan memorables como “esto es un atraco nena, ya no ocurrirá jamás, si esto sale me retiro, por favor, no dudes más…”, os haréis una idea del momento culminante del concierto. Cifuentes tuvo otro de los gestos que ya parecen clásicos en sus actuaciones: apareció con una botella de cava, la agitó y la destapó, rociándonos a algunos y dando de beber a Guardado. Algunos exaltados se acercaron ansiosos levantando sus vasos vacíos para reclamar algo del brebaje, pero sólo consiguieron que los elementos de seguridad se hicieran notar para calmar los ánimos. El momento de fiesta era total y es lógico porque estaban con las piezas más queridas por todos, junto a “No es extraño que tú estés loca por mí” y “Mueve tus caderas”, con la que se despidieron agradeciendo la presencia de sus seguidores.

Los aplausos les trajeron de nuevo pero Johnny justificó que sólo se cantara una más en defensa de los expositores, ya que eran las diez y media, hora prevista para el cierre de la feria por ese día. La canción elegida para la despedida fue otra de las habituales y de las más emotivas, la serena “Una noche sin ti”, que guarda el recuerdo de los compañeros que ya no están.

Final nostálgico para un concierto magnífico a cargo de una de nuestras mejores bandas. El público disfrutó, ellos también, y ojalá sigan rocanroleando muchos años más. Si tenéis ocasión de verles, acudid: son un capítulo fundamental del pop-rock español y siguen haciendo méritos para estar en lo más alto.

[Heriberto Navarro. Nuevaola80 Baleares]

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